Habitualmente, cosa que me agrada sobremanera, vengo escribiendo en este blog artículos sobre grupos y tendencias musicales. Especialmente aquellas por las que tengo una mayor debilidad, como son el caso del rock y el heavy metal.
Sin embargo hoy enfocare el tema desde otra perspectiva, creo no menos interesante ni estimulante para vosotros. Hoy hablaré sobre como muchos de nosotros hemos llegado a conocer y disfrutar de tantísimos y tan variados artistas musicales. La razon es obvia: Internet. El tema de las descargas y de los derechos de autor ha sido, y con toda probabilidad será, causa de controversia entre la población, pero presentaré los que yo considero argumentos irrefutables de la razón por la que es absoluta y completamente necesario, y porqué actualmente nuestros dirigentes pretenden vulnerar este derecho.
Veréis, mis padres son ese tipo de persona a la que se puede considerar más bien culta, gente que ha tenido interés y en su vida ha conocido una gran cantidad de grupos musicales y artistas, que han hecho las delicias de su generación, e incluso algunos de la epoca actual, o incluso la correspondiente a sus padres pero, tratándose en estos últimos dos casos, sólo de los más populares o destacados. A diferencia de ellos, nuestra generación, o al menos aquellos que han tenido interés por ello, han tenido el placer de conocer a más autores e intérpretes, provenientes de cualquier época, país de origen, y que han trabajado en mas géneros que ellos.
Yo, al igual que muchos de vosotros, he podido disfrutar de grupos que para mí hubieran sido desconocidos por el hecho de haber finalizado sus carreras antes de mi concepción, simplemente a base de escuchar canciones suyas, o ver sus vídeos, buscando otras cosas de mi interés, en páginas como Youtube o similares. He descubierto temas que me han llevado a buscar más sobre su autor o intérprete, e inmediatamente bajar su discografia convirtiéndose en uno de mis favoritos. Esto, pese a quien pese, se ha debido a que tengo acceso ilimitado a esa cultura musical, lo cual irremediablemente me ha llevado a comprar camisetas, asistir a conciertos y hacer publicidad entre mis conocidos de todos estos artistas o autores y, de estar muertos, de sus herederos.
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He contribuido gracias a mis «infames» descargas a que su fama y su bolsillo se hagan ligeramente mayores. Y, como yo, muchos de vosotros. Actualmente no me considero un entendido en música, pero no soy aquel mojigato de catorce años, que al no poder permitirse el lujo de comprar un disco de alguien a quien ya conocía, ni se le pasaba por la cabeza ampliar su cultura musical «apostando» por otros discos desconocidos. Gracias al metodo de prueba-error he logrado descartar, o añadir, a mi colección cientos de trabajos musicales. Me he interesado por aprender sobre distintos generos como blues, rock, pop, punk, jazz, heavy metal, e incluso de profundizar en algunos…
Que no os engañen, nadie os llamará delincuentes por descargar un libro de historia, ni por copiar el modelo de justicia romano, ni siquiera por interpretar a Beethoven en la calle. Pero sí por descargaros un disco de la Creedence Clearwater Revival para que vuestro hijo los conozca. Todos sabemos la política que la SGAE esta siguiendo y lo que conlleva. Incluso, fijáos que ironía, llegando al punto de que a los peluqueros se les puede caer el pelo si no pagan derechos de autor por los hilos musicales de sus establecimientos.
Francamente las descargas pueden ser ilegales, sí, pero dependiendo del contenido. Nunca jamás aquello que sirve para propagar la cultura y el aprendizaje de un país, puede considerarse ilegal. Sin embargo, ahora estamos apunto de ser moralmente atacados y tratados como basura, debido a la aprobación de la dichosa «Ley Sin Descargas». Pensad que todos aquellos interesados en esta ley son muy poco listos, pero no tontos. Trataran de manipular la realidad, y argumentarán que no te quitan las posibilidades, sólo que deberás pagar un derecho de propiedad, pero que todas esas cosas siguen estando a tu alcance si quieres tenerlas, con la salvedad de que ahora estarás siendo justo con quien las hizo… Es como ir a Etiopía y plantarte delante de todos esos niños con moscas sobrevolando sus futuros cadáveres y decirles: «¡Eeey!, esta sopa esta a vuestro alcance, yo no os la niego, es más, ¡quiero darosla!, la encontrareis por 3 euros en la tienda de la esquina». Estoy convencido de que se van a hartar a engullir sopa (nótese el tono irónico). Lamentablemente en este pais lo que prima es la estupidez y lo retrógrado.
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Razón tenían los integrantes del grupo de soldados que intentaban salvar al soldado Ryan, cuando decían aquello de «fomare» (follado y machacado sin remedio) o “fubar” (fucked up beyond all recognition), que dice Mellish en la version original. Ahora que empezabamos a tener acceso desde nuestro sillón de casa a cualquier información que necesitáramos, ya sea con fines laborales o lúdicos, quieren quitarnos esta libertad, y que retornemos a la época en la que no existían estos medios, sólo para que unos pocos se lucren. Lo triste es que la mayoría de los artistas y autores reconocen que obtienen más beneficios hoy en día, pues es en los conciertos donde realmente el trabajo produce sus frutos; es ahí donde no hay chupasangres intermediarios entre el artista y quien lo admira.
Señores políticos y miembros de la SGAE, ya pagamos un canon por sus CDs y demás material. Ustedes creyeron que eso era lo justo y se les dió. Pero la ambición humana no tiene límite, y sus cerebros han seguido maquinando nuevas formas de engrosar sus cuentas bancarias a nuestra costa, sin importarles lo más mínimo el bienestar de las personas que forman su país.
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Pues bien; pongo en su conocimiento, muy señores míos (más por cortesia que por que realmente lo sean) que en otros paises estos métodos no han cuajado muy bien o no lo han hecho, como por ejemplo en Suecia. Allí, con sorprendente éxito, se constituyó el Partido Pirata, incluyendo en su manifiesto frases como «Las nuevas tecnologías ofrecen fantásticas posibilidades para difundir cultura y conocimiento a todo el mundo casi sin coste, pero también facilita la construcción de una sociedad controlada a un nivel nunca visto hasta ahora». Lo curioso es que ellos mismos aseguran no querer puestos políticos, sólo luchar por que se tenga en cuenta aquello en lo que están interesados, que no es ni más ni menos que promover la cultura a través de herramientas digitales, y conseguir un grado de libertad apropiado en las mismas. Algo que nuestro gobierno no ofrece actualmente. Tal es el éxito de dicho partido, que han llegado a conseguir un asiento en el Parlamento Europeo, y han fomentado que aparezcan representantes de estas ideas en otros países, como en Francia, lugar en el que tambien se da caza al P2P.
Tras un duro día de trabajo, sólo queremos llegar a nuestra casa y tener, por un precio que ya de por sí considero más caro de lo razonable -si alguien no está de acuerdo puede comparar datos con los correspondientes a otros países y darse cuenta de que somos tercermundistas internaúticos-, y poder utilizar nuestra conexión para disfrutar de las posibilidades que ofrece la red, sin que ello signifique no dejar de trabajar, aunque ésta vez para la SGAE, haciendo click desde nuestra casa.
Sólo me resta decir: ¡viva la música, la cultura, la libertad!… Y viva Internet libre de parásitos.
Un saludo para los lectores y mi más profundo agradecimiento por vuestra atención.
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