Es hora de continuar el tema donde lo dejamos en la anterior entrega.
Chicas y fenómeno fan, fenómeno fan y chicas…, pero antes, una divertida anécdota:
Corría el año 1997 y yo era un estudiante de primer año de derecho que se sacaba unas pelillas, los fines de semana, haciendo extras de camarero en hoteles y restaurantes. Un sábado en que yo acababa de llegar al hotel Indautxu de Bilbao para un extra en una boda de tarde, serían como las 6, mientras estábamos preparando las mesas, apareció un directivo del hotel para reclutar a un par de nosotros porque se hallaban desbordados. ¿La razón?, se había registrado en el hotel un famoso, y un montón de seguidores suyos campaban en la puerta principal del hotel intentado entrar, lo cual era un problema grave, porque no dejaban entrar a los clientes.
Yo no tenía ni idea de quién podría ser ese famoso, pero habría dado lo mismo. Subí y me encontré con una marabunta gigantesca de chavalas, que no pasarían de los 17 años en su gran mayoría, agolpadas contra la cristalera. La idea era que uno de nosotros saliera fuera e hiciera de primera línea de filtrado, para permitir pasar a los clientes pero no dejar colarse a las fans enloquecidas, mientras el portero y el otro chico que había subido conmigo serían el respaldo desde el otro lado (vamos, que se asumía que se me iban a escapar bastantes).
Acojonado salí fuera donde me hice sitio en la puerta a presión (no cedían ni un centímetro las jodidas) y me puse a hacer lo que me habían mandado. Entretanto ya había averiguado que el famoso en cuestión era Robbie Williams, en aquel momento reciente ex-Take That. Fue todo un espectáculo…
Entre chavala y chavala que tenía que cazar al vuelo (a veces literalmente al vuelo) cada vez que se abría la puerta para que entrara un cliente, tuve que ver lipotimias (fingidas, no os creáis, cuando alguien se derrumba no lo hace mirando en donde cae), gritos histéricos y clavadas de uñas de chicas en pleno trance vudú, cada una de las cuales juraba ser la presidenta del club de fans de Robbie Williams (es un club muy raro, son todo presidentas), ruegos, amenazas risibles… Así estuve cosa de una hora hasta que lo peor que podía pasar sucedió:
Robbie bajó a recepción, que es perfectamente visible y muy cercana a la entrada. El portero estuvo rápido, cerró las puertas…, y yo fui completamente aplastado contra la cristalera por la marea de gritos y moqueras que me empujaba. Fueron 5 minutos horrorosos, en lo que supe lo que se sentía siendo una calcomanía de 1,90 en un cristal.
Subió de nuevo a la habitación y llegó la resaca, esa masa violenta y opresiva se convirtió en una multitud llorosa que juraba que había vivido para ese momento y amenazaba con poner fin a su existencia, ahora sin sentido, con una sobredosis de Peta-Zetas.
En una hora se calmó todo y pude volver al trabajo, pero el escalofriante recuerdo aún me acompaña, por eso «The Walking Dead» me parece una mariconada, ¡¡¡contra fans me gustaría verles a los zombis!!!
Ale, ¿ya os habéis reído con mis desventuras? Pues al tema:
La adolescencia es una etapa muy dura; empiezas a sentir sensaciones y emociones adultas para las que no estas preparado, crea mucha confusión, empiezas a crecer y psicológicamente a distanciarte de tus padres… Es normal, estás construyendo una personalidad propia, se terminó la infancia, tus padres no saben nada, para ti lo mas importante es la aceptación de los pares (o semejantes) y todo ese mundo que tienes por descubrir. Crees que eres la única persona a la que le pasa y que nadie puede entenderlo.
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Es articulo sabido, sobre todo por la industria del entretenimiento, que hace ya décadas que aprendió a hacer caja con ello. Es más, cada día son mas hábiles, sobre todo cazando a su presa principal y mas codiciada: la púber femenina.
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Lo he dicho antes y lo repito: no pongáis esa cara de suficiencia, seguro que a su edad erais igual de bobos (yo lo era).
Para todo ello no hay nada como crear un ídolo. Los hay de distintos tipos y sabores, desde solistas sin ningún tipo de talento hasta grupos de chicos o chicas listos para satisfacer tus dos principales necesidades:
– Sexo: Cuando eres adolescente estás mas salido que el pico de una plancha (cuando eres adulto también, ojo, pero aprendes a disimular), es inútil que lo niegues, las chicas solo hacen disimularlo mejor, pero estan tan salidas como nosotros. En una púber el sexo es algo nuevo y misterioso, que atrae poderosamente, pero que aun así da miedo. Es el reino de las leyendas y lo desconocido. Vives en la época de las fantasías y en ella no hay nada que sea mas satisfactorio que un novio virtual, un chico ideal y perfecto que supla todos tus anhelos sexuales y afectivos, con la seguridad de que nunca te defraudará ni te hará daño, como los demás chicos. Él es distinto.
Claro que lo es, porque no es real, pero ¿acaso eso es un defecto, querido Justin?.
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Y esto lo saben las discográficas. No crean cantantes, crean novios virtuales. Pero sobre el mecanismo de creación y presentación de grupos de chicos ya hemos hablado en la anterior entrega, los grupos de chicas y solistas femeninas se relacionan más con la siguiente necesidad.
– Aceptación por los pares: En un tiempo de tu vida tan confuso necesitas compartir lo que sientes. El ser humano es gregario, funciona por mecanismos de imitación y eso es duro, pero para eso esta ella, ya se llame Britney, Chenoa, Christina, etc…; para que te identifiques con ella, para que sea tu modelo a seguir, tu amiga ideal, para que te hable a través de sus canciones, a ti y solo a ti, de las cosas que te confunden, te frustran o simplemente te intrigan, porque ella es como tú, piensa como tú y tiene tus mismos problemas, taaan únicos.
Esto no sólo se aplica a las chicas, los chicos han demostrado en los últimos tiempos ser también muy susceptibles a estos reclamos, al fin y al cabo son mecanismos humanos básicos, pero nosotros solemos canalizarlo de otros modos mas basados en la testosterona que otra cosa. Suelo decir que los niños se convierten en machos hasta que llega el día que consiguen ser hombres. Lamentablemente muchísimos se quedan a medio camino y pasan el resto de su vida como machitos, o lo que es lo mismo, hombres a medio cocer. Esto tiene mucha relación con algunas variantes del hip-hop y con aberraciones como el reggaetton, pero es un tema que da para otro artículo completo así que, por ahora, lo dejaremos de lado.
Todos queremos ser diferentes, todos queremos sentirnos especiales, por eso todos somos iguales.
¿Os habeís fijado en que casi todos los héroes adolescentes de las dos últimas décadas han salido del Canal Disney?
Se llama «ampliación de mercado». Disney tiene sus accionistas que reclaman dividendos en cada ejercicio y la dirección es muy consciente de que no los va a conseguir eternamente vendiendo peluches de Goofy: se acabó tanto ratoncito a los niños, vamos a emputecerlos.
Si hay algo fascinante para los nenes es el mundo de los mayores, todos los chavales quieren crecer lo mas deprisa que puedan por que saben que se están perdiendo algo que mola aunque no sepan que es, dicho y hecho, las majors del entretenimiento están para servir.
¿Les vamos a hacer experimentar maravillosas sensaciones del mundo adulto como las hipotecas o el trabajo basura? Pues no precisamente:
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=TKo4fFVymqk&ob=av3el]
Que sobadito esta ya este vídeo, pero que bien emputece a las niñas, es la delicia de un pederasta.
Una púber despierta ya al sexo, a los atractivos sexuales y a una imitación de la vida adulta, consume muchísimo más y con más ansia que una niña de muñecas. Hay que hacer que despierten a ello lo antes posible, para venderles tanto novios virtuales como amigas ideales. ¿No habéis oído mil veces la estúpida frase «los niños de hoy crecen antes»? Pues no, no crecen, los hacemos crecer. ¿Para qué? Para venderles cosas.
No es de extrañar que sea la compañía más experta en el mercado infantil (Disney) la reina (que no la única, ni de lejos) de este tipo de merchandising. Tiene mucha experiencia en engatusar niños…, y padres. Sí, padres, a eso vienen todos esos mensajes clónicos que dan ese tipo de estrellas sobre la virginidad hasta el matrimonio y la vida sana. No son para educar a los críos, a estos se la resbala, en especial si se lo dicen después de ponerles vídeos como el anterior. Son para tranquilizar a los padres, que así pagan de lo mas contentos, creyendo a sus retoños en buenas manos. Ya sabéis, valores familiares tan entrañables como estos:
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En italiano, con dos cojones.
Ejemplos no nos faltan, pero como todo esto viene a raíz de Justín Bieber…
Como ya dije en el post donde contaba su historia, lo de Justín no es nuevo, es solo el último caso famoso, pero es que en esta ocasión el truño es de tal calibre, es tan descarado, que por algún lado tenía que reventar.
Y el más reciente cipostio lo ha montado una chavala de Valladolid (según dicen), con un vídeo colgado en Youtube, en el que carga contra los «antibieber», que no son pocos, y contra el heavy metal (que, pese al ambiente industrial-moña en el que vivimos sumergidos, sigue resistiendo). A las pocas horas la red se ha inundado de réplicas, contra-réplicas, segundas partes, análisis (con acento en lo anal)…
Hay un clip de un chico que lo explica muy bien, ya veréis, es un crack:
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=oNxNr7AfDuc]
No os canséis insultando a la pobre niña. No es mas que una chavalita de las que hemos hablado antes, que afronta las críticas a sus ídolos con el apasionamiento y el descaro propios de su edad. Además con lo de que el metal es ruido ya ha probado lo tonta que es, la pobre.
Hasta aquí sobre los fans y sus cosillas. Me he dejado muchas cosas en el tintero y en otras he pasado muy de puntillas, pero si no lo hiciera, ¿con que os haríais los listos en los comentarios?
¡Ea!, hasta más ver con otra chorrada.