Me enteré que existía este grupo el verano pasado cuando, a la entrada al Kobetasonik un señor muy majo que no hablaba ni papa de castellano repartía flyers anunciando su próximo concierto en Madrid. No sé ni porqué le eché un vistazo al papel, creo que ha sido mientras lo doblaba para hacer un avioncito antes de tirarlo.
El caso es que el logo hippie-gaztetxero y… un solo concierto en Madrid en el mega-Pabellón de Deportes eran dos cosas que no acababa de asociar. Y en eso que me paro a leer la letra pequeña y mis ojos se hacen grandes y más grandes: Joe Satriani, Sammy Hagar, Michael Anthony y Chad Smith en un mismo grupo… ¡Yo quiero ir a ese concierto!
A partir de ese momento mi cerebro empezó a funcionar a toda pastilla, buscando excusas para pillarme algún día libre y, sobretodo, buscando recursos para una pequeña aventura madrileña. Al final no salió nada, venció la sensatez y no me pillé las entradas y… menos mal, porque el concierto se suspendió poco después. Pero la curiosidad seguía, acabé escuchando el disco, viendo todo lo que Youtube ofrece sobre ellos y así hasta ayer, en el Azzurro, cuando entre cervecita y cervecita volvimos a acordarnos de ellos:
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Al grano:
Chickenfoot es el producto de uno de esos cúmulos de felices casualidades que ofrece el destino (¡toma frasecita!). Nacido como «capricho» de unos artistas que en el aspecto profesional ya lo tienen todo, pero se juntaron simplemente por el placer de hacer música. Sobre la génesis de Chickenfoot, esto es lo que dice Michael Anthony:
Conozco a Chad desde hace unos años. Le conocí en Cabo San Lucas; él tiene una casa allí. Chad, Sammy y yo hemos tocado en el club unas cuantas veces. De hecho allí es de donde proviene el nombre de Chickenfoot. Allí había tres garras de una pata de pollo y nosotros eramos tres. A Joe le conocimos de haber tocado anteriormente con él. Siempre he sido un admirador suyo.
Hace más o menos un año y medio, el fin de semana de la Super Bowl, el grupo de Sammy tocaba en Las Vegas. Sammy quiso hacer algo diferente para ese espectáculo, así que nos llamó a Joe, Chad y a mí al escenario. Sammy pensaba que Chickenfoot necesitaba un guitarrista, así que por eso llamó a Joe. Fuimos a Las Vegas y tocamos «Mr. Fantasy» de Traffic y un viejo clásico llamado «Going Down». Después de acabar, Chad gritó al público «¿Queréis más?» Así que acabamos tocando algo de Led Zeppelin. A esas alturas ya sabíamos que había química. Fue muy divertido y la respuesta del público fue fantástica. Decidimos que había que dar el siguiente paso y ver que podíamos hacer. Había sido demasiado divertido para dejarlo pasar.
Los "PataDePollo" dan muy buen rollo 😉
La entrevista entera no tiene desperdicio y, al igual que su primer disco (llamado, sin más, Chickenfoot), destila un buen rollo muy contagioso. En tres cuartos de hora se marcan 11 temazos que levantan el ánimo a cualquiera. Y la buena noticia es que tiene toda la pinta de que van a seguir sacando discos. A ver si les da por acercarse a Bilbao un día de estos.
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